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16 de diciembre de 2016

Cumpleaños de mi alter ego

Hoy la Uruguaya(H)errante se pone melancólicamente alegre. Su alter ego cumple un año más de vida, y en vez de entristecerse porque ya alcanzó más de lo que sería el 50% de vida; está feliz y contenta, como si fuera su cuarto cumpleaños. 
Esta tan feliz que pidió que le dieran por adelantado un regalo en su familia. Y hasta casi indujo a una amiga a hacerle un regalo; el alter ego está feliz!. A la Fer se le dio por buscar fotos de ella de chica (casi todas en blanco y negro, y sus padres no eran Hipsters), de post adolescente, y hasta cuando se casó.... la tipa está loca. Feliz por cumplir un año más! 
Ella piensa que tiene que homenajear la vida, darle una gratitud a sus padres, a sus amigos, a su pareja, a su hija, a sus ahijados del alma, a sus colegas por dejarla ser como es... loca como una cabra, pero siempre alegre.


Feliz cumpleaños Fer, te lo desea tu espejo, tu alter ego, o tú mejor sombra. 


21 de octubre de 2016

A Heráclito con amor

Don Heráclito decía que la única constante es el cambio. Yo a estas alturas de la vida no me voy a poner a pensar si tiene razón o no, pero que tenía razón El Morocho de Éfeso.
Yo, hasta hace 15 días atrás odiaba la playa, tomar sol y comer dulces. Bueno, cambié, ¿y cuál es el problema? Según Dante Alighieri, el tercer círculo de su infierno era la gula; bueno, es el tercer círculo que me ha salido en el lugar donde existía mi cintura. Lo insaciable de los demás círculos está en la lagarteada al sol y del goce de ser revolcada por olas marítimas, antes que por olas humanas.
Todo tiende a cambiar, sino seríamos arena donde no sopla el viento; porque hasta los ríos cambian constantemente. Así que bueno sería que una se mantenga firme como estatua griega, cuando la vida le ha dado celulitis, flacidez y un tembleque que es peor que las dos causas anteriores. Cuando nos ha dado la consciencia que a nuestro árbol del patio le inculcamos, pero el pobrecito no asimila.
Una tiene que cambiar. Muchos se alegraron cuando a los 27 dejé todas mis vestimentas negras por ropas de colores. Otros, cuando decidí dejar de usar reloj y colgar de mi muñeca derecha un montón de pulseras “new hippie” y aceptaron que mis llegadas tarde eran solo de 5 minutos adelantados.
Cuando decidí no tener hijos propios, cuando me convertí en rubia, o en canosa.

Lo mejor de mi vida, fue cuando me decidí aceptarme a mí, con mis fallas, con mis tembleques, con mis errores, con mi mochila, pero aceptando que yo soy yo, y mis circunstancias, pero don Ortega y el Sr. Gasset no se ponen de acuerdo en este tema, así que con suerte, lo solucionamos con la almohada. 

13 de agosto de 2016

De comerse los mocos y otros temas


El Uruguay, aparte de ser un río, es un país que se encuentra al sur de América. Tiene un clima sumamente húmedo, con poca primavera y otoño, pero con invierno y verano bien definido.
También tiene la ventaja de ser un país poco corrupto; en el listado latinoamericano, estamos por debajo de Chile.
Por nuestra latitud tenemos buenos vinos, sobre todo los Tannat. Los finlandeses, que están más arriba en el listado anticorrupción piensan que somos un buen país para invertir. Por lo tanto ya tenemos dos plantas de celulosa. Y prometen instalar la tercera.
Nuestras plantaciones de eucaliptus y pinos conviven con nuestra ganadería, las ovejas pastan tranquilamente y hasta los venados hacen sus travesuras entre esos montes artificiales.
Pero, porque siempre hay un pero, ¿cómo es posible que teniendo tanto futuro papel en la vuelta, tantas actuales y futuras plantas de  celulosa, no tengamos la posibilidad de comprar una caja de pañuelos desechables? Son las incongruencias de la vida. Mientras tanto yo ando con sobrecitos de 10 pañuelos en los bolsillos de los pantalones y chaquetas, más tres de ellos abiertos y desparramados en mi cartera y dos o tres en las mesas de luz, los mocos colgando y de un pésimo mal humor.  

Y pensar que a estas alturas de la vida, se supone que una debe de dejar de comerse los mocos! 

2 de julio de 2016

La imposible tarea de juntar amigas

El otro día les conté a mis queridas amigas que andaba medio deprimida; les expliqué el porque y les pedí no hablar más del tema. Todas muy correctas, saltan de la siguiente forma más o menos:
C – Y si nos vamos todas a Búzios?
M – Solo mujeres?
C – Si!
M – Estaría, no?
C – Donde esta la agitadora? (creo que refiriéndose a mí, pero este Chat de WhatsApp empezó a las 11 de la noche, cuando yo ya contaba las ovejitas durmiendo placidamente)
M – Dale!, arreglamos y pido vacaciones!
C – Si… todas juntas, estaría lindo!
P  - Si, vengan todas! (P vive en Búzios hace 7 años)
Yo – Ni loca me pongo un bikini al lado de Uds. (a las 9:00 am)
V – Yo tampoco uso bikini, llevo con orgullo un encantador cuarentaañosmallacompleta
M² - Maldita menopausia, yo tampoco. Te ensancha del centro para afuera, te desaparece la cintura, te afloja todo.
Yo – (paso una foto lamentable mía en bikini)

Este grupo de amigas va de todas las edades; hay quienes apenas pasaron los treinta y pocos años, hasta las cincuentonas. Casi todas madres, algunas casadas, otras divorciadas,  todas con una vida a cuestas. Pero lo más gracioso es que nos vemos una vez al año, debido a todo lo anterior. Nos cuesta encontrarnos, tenemos horarios diferentes, hijos y nietos de diferentes edades, maridos más o menos dependientes de nosotras mismas. Pero lo bueno es que somos amigas, y no nos presionamos las unas a las otras, ni nos criticamos en secreto. Somos amigas.

Ese grupo heterogéneo del mismo género que un día decidieron ser amigas por las circunstancias de la vida, ya siendo adultas, pero hace tanto tiempo, que tenemos historias varias para contar y recordar. Y  bien nos va a todas juntas a pesar que estemos separadas.

De pronto, un mensaje nuevo:
V – Y si hacemos algo más racional y nos vamos a un día de Spa?
Yo – (pensando, sin escribir, ésta idea es más cara que ir a Búzios)
Yo – Y si lo discutimos con un café o cerveza?

Y nos enfrascamos en temas que no tienen nada que ver a mi bajón, ni a la separación de P, ni a la profesión de V o lo que pasa en la salud de M o la menopausia de M², ni la causa común de no tomar sol con C.

Lo más probable es que el un día de estos nos juntemos por un café, una cerveza, revuelto gramajo o sándwich caliente, hasta puede ser que salga un chocolate caliente. Eso es lo lindo de tener un grupo de amigas tan variopinto!


Gracias AMIGAS, muchas gracias! Son ustedes la que hacen mejor mi vida, sea por mensajes al celular; por lo que nos ofrecemos día a día, a pesar de la distancia. 

13 de abril de 2016

Vacaciones 2016 primer día

Mas que decir que llueve, vale la pena empezar a contar como fue el inicio de vacaciones. Estas comenzaban el lunes 11 de abril, de lo cual me olvidé completamente, por lo cual me presenté a trabajar. Entrando en nuestro sitio web veo que estoy de vacaciones!!!!!. No puede ser que uno este tan estresado que no recuerde que está de vacaciones, licencia, o permiso para no ir a trabajar.
Decidí quedarme durante el día, ordenar papeles, escritorio, dejar los pendientes. Volver a casa con una sonrisa socarrona de “yo no me di cuenta, pero sucedió, qué lástima que no planificamos las vacaciones con tiempo, fue involuntario”.

Pero pasó lo que tenía que pasar. A la noche llovió a lo loco, a cántaros, parecía el fin del mundo. Pero no quedó ahí, el martes amaneció gris, oscuro, lluvioso. Ni ganas de salir. No sé porque la chimenea del living se llueve; se me llueve el rancho!, tengo un libro por terminar y una historia de vacaciones por empezar.





El día fluye, me niego a cocinar, solamente he arreglado el ropero, descubierto un par de zapatos olvidados y desechado otros. Los años me han ensanchado la cintura y los pies. No quiero probarme la ropa, porque la depresión ocasionada por la lluvia no es peor que la ropa que no cabe.

Tanta lluvia hace que también me meta en el ropero de El Santi; descubro otros pares de zapatos olvidados, corbatas en desuso, bucles de Gaby en una caja; nostalgia total.
Y sigue lloviendo.

Espero que mañana sea un mejor día.

2 de abril de 2016

Breve cuento de otoño

Era una mañana de sábado diferente. La ciudad estaba desordenada, sucia de naturaleza.

Extrañamente, temprano por la mañana había mucha gente en la calle con cara somnolienta. Era como sí aquel viento hubiera ventilado las peores pesadillas.