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8 de marzo de 2018

Razones por las cuales no soy feminista

En el día de hoy se conmemora el Día Mundial de la Mujer. Cada ocho de marzo salen a relucir las diferencias que aún tenemos con los hombres, se habla de las mártires que han luchado y muerto en búsqueda de los derechos que hoy tenemos y de los que aún carecemos.

En la televisión y en la radio están desde ayer repitiendo la misma letanía, los mensajes feministas que me llenan la memoria del celular a través del WhatsApp y la verdad es que ya no creo en nada de lo que tratan de comunicar. Me han hartado al punto de tener que hacer un “apagado” virtual de mi persona por lo menos hasta mañana en que espero que se termine.

Esto no se debe a que no dé por sentado que las mujeres no tenemos las mismas condiciones que los hombres, que tenemos en muchos lados un techo de cristal transparente que nos impide ascender laboralmente, que, en la gran mayoría aparte de trabajar, criamos hijos, cuidamos familiares, limpiamos nuestra casa, y hasta cuidamos a nuestras propias parejas. Que tenemos pocas mujeres políticas, que tenemos un gran número de femicidios. Soy consiente de eso, y me duele mucho.

Pero también es muy doloroso que nos olvidemos de los niños y ancianos (sin importar el género), de hombres frágiles, de homosexuales, de transexuales, de incapacitados, que sufren igual o mayor discriminación que las mujeres.
No estoy de acuerdo en que en los países musulmanes las mujeres no puedan optar por si mismas, o que dependan de sus maridos hasta para poder tener un pasaporte. Tampoco estoy de acuerdo que en Chile, Argentina y muchos otros países las mujeres no tengan derecho legal al aborto. Tampoco me gusta el sistema de aborto en el Uruguay. Pero tampoco estoy de acuerdo en las casas de retiro para ancianos, donde los apilan delante de un televisor, llenos de pastillas para que no molesten, sin entretenimiento, sin cariño.
Estoy totalmente en desacuerdo en que para adoptar a una criatura tengas que pasar años, mientras tanto posibles adoptantes y adoptables viven sin cariño, y estos últimos amontonados en un hogar estatal. Me desagrada que las personas mayores de 40 años tengan dificultad para encontrar trabajo por ser “grandes” y los jóvenes no lo obtengan por falta de experiencia. Todas estas son personas, sin importar su género. Me duele cada asesinato, sin importar su identidad sexual o su edad.


Que degraden la condición sexual de una persona, que por ser su día tenga el día libre, es una falacia y venta de espejitos de colores. Ser mujer es una distinción, tenemos la chance y la voluntad de dar vida. Soy una persona orgullosa de ser mujer.