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9 de marzo de 2020

Feminismo y el 8M


Soy una de las tantas mujeres que ha tenido que luchar para poder salir adelante por si misma. A pesar de la educación recibida en mi casa, que siempre fue muy pluralista, tuve que enfrentar varios obstáculos para seguir adelante. Entre ellos EL MACHISMO.
El machismo, como todos lo conocemos, es la forma en que algunos hombres (demasiados, para mi gusto) hacen uso se su fuerza fisica y psicologica para oprimir a la mujer.
Pero ahora todas son FEMINISTAS. A mi entender, el feminismo es el antónimo del machismo. Es decir, que la gran mayoria de las mujeres quiere oprimir a los hombres. Se enorgullecen por su vulva, como lo hacen los machistas consu pene.
Las desviaciones que han dado estos colectivos llegan a lo irrisorio y hasta lo patético. Insultando y atacando a otras instituciones por el simple hecho de estar ahí, se ha convertido en el estandarte de la izquierda y la pobreza, como si las mujeres de derecha y ricas no sufriesen el machismo.
El feminismo es venganza al machismo, y nada crece a partir del rencor. Solo se crece siendo todos humanistas, luchando por niños, mujeres , hombres, personas discapacitadas fisica o intelectualmente, a los distitntos colectivos por razas, orientaciones sexuales, tendencias politicas, o económicas.
Ninguna mujer es igual a otra, como tampoco somos todos iguales. Reclamar por la equidad y la igualdad no es insultar, no es oprimir al que no piensa igual, como parece ser la tónica actual.


Día Internacional de la Mujer

Me enseñaron a ser sumisa, obediente, a ser madre, a ser buena esposa, a ser buena ama de casa, a cocinar, y a hacer camas. A depender de otros, a callarme y a ceder. A barrer, a respetar. A leer, a contemplar, a valorar, a ser femenina, a aprender, a ser débil como una rosa. A ser la mujer perfecta.

Aprendí a no someter, a ser obediente a mis principos, a ser madre de mis hijos y de los de otros. A buscar un buen compañero de vida, a amar mi casa, a cocinar y ha que me cocinen, y aprendí a deshacer camas. A depender de mi misma, a gritar y a no detenerme, sin arrollar a nadie. A no esconder la basura bajo la alfombra, a respetarme. A ser leída, a contemplarme, a valorarme, a ser humanista, a enseñar, a ser fuerte como una espina. A ser quien soy.