El mundo que conocimos se acabó hace rato, mucho antes del 21 de diciembre
de 2012. Se acabó y se llevó con el los principios, los valores y la humanidad
en sí.
Sin hablar de política ni de económica, veamos cómo este mundo ha
desaparecido, despacito, ha sido tragado por un agujero negro, del cual no hay
retorno.