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12 de febrero de 2019

El “sí pero no” de las naciones


Dicen que las naciones se construyen a partir de la idiosincrasia de sus habitantes, del valor cultural que tuvieron, que tienen y a los que aspiran.

Hay naciones conquistadas en tiempos remotos que pudieron hacer convivir ambas culturas, la propia y la del conquistador, generando un crisol bastante amplio que con el paso del tiempo se transforma en identidad nacional.

A su vez, no creo que exista una nación que quiera su propio sufrimiento. Pero existe como en toda las sociedades el colectivo ciclotímico, bipolar, o “como te digo una cosa te digo la otra”.
Esas naciones que no se ponen de acuerdo en lo que quieren, aunque la geopolítica les indique algo, se la juegan sin medir sus acciones. Ejemplos sobran: el Reino Unido con el “Brexit”, los escoceses con su independencia, los catalanes, etc. Son los clásicos “no sabemos lo que queremos, pero lo queremos ya, y no nos hacemos responsables de lo que queremos”.

Estas son muestras de que votan algo de lo cual se arrepienten, es decir tienen un colectivo bipolar de tercer grado.

Otros ejemplos son Colombia con si votaba el acuerdo de paz con las FARC. Los colombianos optaron por el NO, cuando venían clamando por la paz. Ciclotímicos o no saben lo que quieren?

Ni que hablar de Venezuela, que es la vedette de todos los portales de noticias y redes sociales, ya que están en el juego clásico infantil de tironeo de la cuerda para ver de que lado se rompe y de cuantas personas queda en los bandos de los vencidos y vencedores.
Y los uruguayos no nos quedamos atrás. Firmamos todo para quedar bien con Dios y con el diablo, no tenemos ni siquiera bipolaridad, sino indecisos según la conveniencia, como esos niños de padres divorciados que no saben con quien de ambos progenitores les sirve vivir.

En fin, será la gente que hace a las naciones o las naciones que hacen a sus habitantes?

7 de febrero de 2019

La depresión y el egoísmo


Cuando una persona está medio o del todo deprimida y expresa esa sensación siempre viene otra persona, que queriendo hacerte levantar los ánimos te dice “pero hay cosas peores, mira que en serio, hay gente que la pasas peor” y hasta tienen el descaro de decirte “créeme, mucho peor”. Saben estas personas que cuando uno esta deprimido le importa un carajo como están otros?
Y de golpe y porrazo encuentran respuestas a todos tus males:
  • ·         Tengo artritis: pensá en la gente con cáncer
  • ·         No tengo trabajo: es la situación del país, nos prometieron un país de primera, y mira vos, en que mierda estamos sumergidos
  • ·         No me alcanza el dinero: vos te quejas porque tenés una familia maravillosa, tenés salud; pensá en los que no tienen nada, ni donde caerse muerto.
  • ·         No sé qué hacer de mi vida: pero has hecho cosas importantes en tu vida, el que no hace nada es el que ya esta equivocado.
  • ·         Mi pareja me abandonó: menos mal que te sacaste a ese lastre de tu vida

Y así constantemente. No se dan cuenta que uno no quiere condescendencia, sino que está buscando respuestas a su malestar, a una solución que los saque de su depresión.
Peores son aquellos que creen que con chistes y payasadas te van a hacer sentir mejor. De esos, ni vale la pena hablar. Los otros que culpan de todo al partido político al mando, a la situación geopolítica, lo triste que es la cultura de tu país… y ahí, zas! No podé pensar en otra cosa que “cállate estúpido”, estoy hablando de mí, no del mundo, ni del continente ni siquiera de mi país, estoy hablando de mí!!!!!
Un día que no este deprimida tendré que pensar, investigar y preguntarle a especialistas por qué la depresión conlleva un grado increíble, inclusive más deprimente, del egoísmo exacerbado.