Los días
eternos de diciembre
Se vienen
las fiestas, se acaba el mundo!
Tanto
villancico “de noche de paz, noche de amor” se convierte en la locura
interminable; mujeres peleando por un juguete, las disputas
por números en carnicería, todos como locos. Pero no falta
“Felices Fiestas”.
Los bares llenos
de barras de amigos tomando una, y haciendo el recuento del año, o de amigas
que hablan de boludeces (las mujeres hablamos de boludeces importantes, pero
boludeces al fin), y del calor, un clásico el calor, como si no supiéramos que
en esta época del año hace calor, y que vamos a comer mayonesas, y panes
dulces, y budines ingleses, y luego tenemos que entrar en un bikini o malla, o
un triquini, pensando que el pareo va a tapar todas las adiposidades
existentes.
Algunos
bestias, están pensando en carnear al perro mediano, que tiene el tamaño de un
corderito, pero no!
Vamos al Geant, a Tienda Inglesa, a Ta-Ta buscando el mejor
cordero, que nadie va a comer, porque a la hora de la comida están todos
borrachos, se llenaron a papitas fritas de bolsa (no voy a decir la marca,
porque para mí son las viejas chips); sidra, chorizos cortados en rebanadas,
pan de ajo, mayonesa con ajo, chinchulines, mojellas, maní, etc. Es decir
comemos como bestias. Y arrancamos de vuelta, pero sin éxito para el asado de
cordero o lechón.
Nos
encontramos con familia que no vemos hace un año (la última vez fue en Navidad
del año pasado), no sabemos que sienten, quienes son, a quien votan, que
penurias ni buenaventuras tuvieron el año anterior, pero…. Son familia!
Conclusión diciembre no termina más, y todos ansiosos esperamos los cortos días de vacaciones.
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