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12 de octubre de 2014

La vida de los otros

Por algún motivo la vida de las otras personas nos interesa a todos. Existe ese secreto oscuro de querer saber que hacen, que piensan, que dejan de hacer. Este deseo perverso de saber que hacen otros se ve exacerbado  por las revistas de “chimentos”, los portales de noticias que no dejan de hablar de las figuras públicas, los “hackers” no dejan de buscar fotos de famosas desnudas…. Y todos, nos guste o no, consumimos ese plato de sopa insípido e insano.
Dicen que muchos de los famosos pueden influir en nuestra forma de pensar, que son modelo en moda, costumbres, vicios, estilos de vida, etc. Y puede ser. Cuántas mujeres usan el mismo corte de pelo que Jennifer Aniston? Cuantas más se han puesto tanta silicona para parecerse a Angelina Jolie? Cuantos hombres han dejado las carnes, se han transformado en veganos para ver si quedan igual de lindos que Richard Gere u obtienen la vitalidad sexual que dice que tiene Sting? Cuantos seres humanos están tan tatuados como su jugador de futbol favorito, a tal punto de parecer un muro grafiteado por una pandilla ecléctica? Un montón,…  y siempre los habrá.
Siempre va a existir ese tipo de personas que no tienen personalidad propia, que no tienen luz interior, que se fijan en lo que hacen otros, y cuando no pueden encontrar lo que buscan, cuando ven que tratando de buscar lo negativo, solo encuentran sus propios rencores, sus propios traumas, sus falencias…. Y es ahí donde por ineptitud, por llamar la atención, se refugian en las anécdotas de otros, de sus cercanos, para poder atacar, con los ojos tapados y ensuciar, cual trapo engrasado, a todo lo que los rodea.
Es aquí cuando nos enteramos de la hermana de la cuñada de Jennifer Aniston fumó marihuana cuando tenía 18 años. Que el perro del suegro de la ex amante de Clint Eastwood mordió a un joven hace 35 años…. Y a quién le importa?

La vida de los otros debería servir de ejemplo, y si no, dejar de buscar trapitos puestos al sol, porque esos se percuden enseguida, denostando la falta argumental de quien la ventila. 

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