Ya he dicho en otras entradas que los uruguayos
somos lentos, no nos corre nadie.
Dejamos todo para último momento. En mi caso,
puedo decir que casi cometo una auto-viudez, al avisarme El Santi que su
pasaporte estaba vencido dos días antes de viajar. Esto fue un sábado de noche
y viajábamos el martes siguiente en la madrugada…. Casi lo mato!
Hemos visto filas y manifestaciones por querer
obtener el documento que nos permite ejercer el voto, claro, tuvieron cinco
años pero van tres horas antes del plazo constitucional. Los supermercados se desabastecen
en vísperas de un feriado, tal cual fuese el fin del mundo tener un día sin
supermercado abierto. Los pasaportes no
se vencen, caducan, las libretas de conductor no tienen alarma de vencimiento,
todo documento puede estar vencido hasta que una autoridad nos solicite ese
cartoncito.
Los uruguayos somos lentos, no tenemos apuro, y
eso esta en nuestro ADN Oriental.
Fíjense nomás que nos independizamos de España
el 25 de agosto de 1825. Pasamos a ser una república libre, pero la primera
constitución la escribimos en 1830. Tanto apuro teníamos que nos costo cinco
años tener los papeles en regla (más que un concubinato)…. Si partimos de esta
base, estamos perdonados, aunque es difícil sobrevivir a la “insoportable
lentitud del oriental”.
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