El arte de nombrar a una mascota y el derecho a la identidad

Hay familias que son bicheras, es decir, les encanta tener animales. Por casa tenemos dos perros, una gata, un conejo de indias, pasaron desde cocotillas y cotorras, hasta un gavilán. Durante una semana tuvimos una culebrita, y Gaby clama por tener una culebra grande, y arañas de las feas. A esto último me niego yo, pero podría tener ovejas, gallinas, loros, hurones, erizos, zorrillos, etc. Pero no es adecuado para una familia que vive en el conurbano.

El tema de tener mascotas es nombrarlas, no la podes llamar “bicho uno, bicho dos”…, todos tienen derecho a una identidad. Puede ser que el animalito no sepa ni comprenda la importancia de llamarse Ernesto, pero es ese nombre (o Pocho, o lo que sea) lo que le da la bienvenida a la familia, y nos brinda a los humanos un sentido de amor, mas allá de la ternura que el cachorro o animal chico nos pueda inspirar.

Los nombres son importantes, para todos, los animales y los humanos. Todos tenemos derecho a tener una identidad con letras, no con números, porque somos seres vivos, no como pensaron algunos en la historia que con un número tatuado la gente se iba a sentir identificada.  Todos los humanos tenemos una identificación por número, seguro social, cédula, pasaporte, etc., pero en todos ellos también hay un nombre que nos identifica y nos diferencia.

La identidad es tan importante que hay padres que le ponen nombres raros a sus hijos, para que realmente sean únicos y no cualquier “Juan Pérez”. Así también nos encontramos con cada nombre que ni les cuento……

Pero cuando llega un animalito nuevo a casa, es cuando se mezclan todo el imaginario y la falta de imaginación;  todos los conocimientos que hasta ahora considerábamos innecesarios, y todas las muestras de idiotez humana. 

Pero el bichito necesita un nombre, podemos pasar dos días, tres, pero al final alguien tranza, alguien da el brazo a torcer, para qué? Para que cuando uno comenta que tiene un animalito especie tal, te digan…. “que nombre común, no tenían imaginación cuando lo adoptaron?, yo lo llamaría (nombre genial, por cierto) “

Pero todo se debe al honor y respeto de dar identidad al nuevo integrante de la familia, porque al final, somos una gran familia.