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12 de marzo de 2014

Carrasco: Edificios, comercios y geriátricos

Cuando yo era chica / adolescente, Carrasco era un barrio jardín. Lleno de casonas veraniegas viejas y mansiones divinas. También había casas de familia clase media donde los chicos jugábamos en la calle, y todos tomábamos la merienda en una sola casa, cambiando de casa todos los días así la cosa era más democrática.  Andábamos todos en bicicleta (grandes y chicos), y nos conocíamos todos en 5 manzanas a la redonda, mínimo. Íbamos por nuestros compañeros de liceo en la misma bici, y hacíamos competencias de quien subía más rápido el repecho de Cooper.


Más de veinte años después, me encuentro que no hay más bicicletas en el barrio, solo las de algún jardinero principiante o algún carrasquense deportivo. También veo que las casonas de antes son tiradas abajo para construir edificios, cuyos departamentos están vacíos, que tienen más metros cuadrados invertidos en el“living-comedor” que en los cuatro dormitorios prometidos. Que las cocinas son tamaño “departamento del FNV”, y que los baños no le envidian en nada a los monoambientes pocitenses. Los jardines, con árboles antiquísimos son tirados abajo para plantar aloe vera, en un edificio “minimalista”….. uff, que cansancio para la vista todo blanco y cuadrado y sin la angustia en acordarte que esa era la casa de alguna amiga.

Las mejores y más viejas casas se han transformado en comercios desde bancos pasando por agencia de viajes, boutiques, peluquerías (o debería decir coiffeurs?) con jardines abandonados, o inutilizados. Galerías de arte o casas de remates.

Pero no todo está perdido, hay casas que se conservan (en formol?) siendo casas de reposo para ancianos, geriátricos, casa de la tercera edad, el nombre que le quieran poner. Algunas dignas, las menos, otras…. Sin palabras.

Quedan algunas para embajadas, pero selladas a cal y canto, y nos perdemos ese verde espectacular que era el barrio, ya no tenemos lugar para tirar las bicicletas, ni nadie nos llama para tomar la merienda, peor aún, no llamamos a nadie a tomar la merienda.

Han pasado veinte años y lo único que queda es Tienda Inglesa, el Lawn, la exHamburgo, (ahora Del Museo), los colegios y el 15, Clyde’s, el viejo Tajamar reconstruido, el abandono de la exConaprole. Sigue el club Carrasco y ahora el Hotel Carrasco. Perdimos el Cine Carrasco y ganamos el Punto Verde, que no terminó de construirse y será un anexo del “hotelito” de Costa Rica.


En fin, prefiero quedarme con los recuerdos y algunas fotos viejas, del Carrasco de antes, que era un barrio.

1 comentario:

  1. Una muy sabrosa forma de enterarse de las vivencias de otras personas en otros paises. Saludos y un abrazo
    Rosa

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