No sé cómo
funciona con los hombres, ni con otras mujeres pero yo tengo grandes discusiones conmigo
misma. No creo que sea algo raro. Estas discusiones son generalmente en el
baño, pero pueden ocurrir en algún lugar no público con espejos.
La discusión
se da de la siguiente manera:
Reflejo: Que carancho estás haciendo? Te parece bien?
Yo: Que te importa, comprate una vida, o salí de
esa pared y vivila.
Reflejo: Mira que sos gansa, yo te digo
porque te conozco. Y estás gorda. Confía en mí. Sos necia.
Yo: Mira que así no ayudás, déjate de joderme. Me
conocés, pero no sabés lo que me pasa. Dejá de insultarme.
Reflejo: no te jodo, pero contame, que te pasa? Te estas arrugando.
Yo: Nada. Vos también estas vieja y arrugada, y hasta
más que yo.
Me voy del
baño pegando un portazo y me entiendo, me quiero y me odio, luego de haberme
discutido por un rato.
ja , ya tenes un seguidor mas !
ResponderEliminara mi me habla asi el reflejo ( no importa donde este ) le mando terrible viaje de nudillos ....
Mis batallas con la del reflejo son mucho más duras, hay días que nos ignoramos. Pero entra la tercera en discordia, que es la razón y luego hacemos las paces (temporalmente)
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