Cuando
yo era joven, la forma en que un joven tenía para encarar a una chica en la
calle, era preguntándote la hora. O las jovencitas, con cara de inocente
pedíamos una dirección a 20 metros de nuestra locación. No se como hacen los
jóvenes de ahora, tienen la obligación de ser más descarados porque antes la
tecnología no nos hacía tan dependientes de ella y nos dejaba fingir más
inocencia.
Otra cosa, ya un poco mayor, eran las salidas
con El Santi. Íbamos a mapa, si señores a mapa, y yo como fiel copiloto tomaba
el mapa al revés y terminábamos descubriendo lugares maravillosos que no
teníamos en mente. Ahora con el GPS eso es imposible. Si el aparatejo del auto
no funciona, siempre hay un celular que se encargue de convencernos que tenemos
que seguir el camino previamente trazado y dejando nuestra “ filosofía errante”
a un lado.
Hasta mis veintilargos años no tuve celular. Si de adolescente
los planes cambiaban, tenía que llegar a un teléfono con cable o al menos uno
público (que andaba a moneditas - en México “tostones”) para solicitar
permiso de cambio de ruta, el CTA (Controlador de Tráfico Aéreo, mejor conocido
como mi PAPÁ), tenía que dar permisos u ordenes de aterrizaje doméstico
forzoso, según su radar paterno.
Entre varias mujeres en casa debíamos disputarnos el
teléfono fijo para hablar durante horas con una amiga. Cómo le explico
eso (y que lo entienda) a una hija de 20 años, que se crió con “laptop”,
juegos de consola, celular, etc. Ni que hablar de la conexión a Internet, que
era con número discado y te comía la factura del teléfono, sin contar que no
podíamos diferenciar los usuarios del “ICQ”.
Yo no me considero vieja, ni mucho menos. Pero la
tecnología avanza a pasos de gigante. Igualmente añoro las veces en que las
cosas no había que simplemente “Googlearlas”, éramos capaces de razonar una
simple orden, y comprender el porqué de las cosas. Ahora eso ya no existe; si
“Google” lo dice, es palabra santa, aunque sea la mentira más satánica. No hay
pretexto para encarar una persona en la calle sin que te consideren acosador…..
Qué difícil es ser ahora nosotros; y ni sigamos
imaginando el futuro…. UFA.
Y agrego a tus añoranzas.....la mayoria de las casas ni siquiera tenian telefono de linea, porque......NO HABIA BORNES!! ¿qué es eso de los bornes? nunca lo entendí. Lo que sí viví fue esperar 10 AÑOS (SÍ, 10 ANOS) para que Antel instalara el tel en mi casa...y eso fue en 1983 (no fue el siglo pasado) PASTA FROLA NRO 1
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