Tengo
varios amigos, algunos cuarentones, otros cincuentones y sesentones que buscan
pareja. Muchos me preguntan si tengo amiga/o para presentarles y yo, egoísta, me
resguardo negándome a hacer de Celestina. Porque si las cosas salen bien no
pasa nada, pero si salen mal, soy la responsable.
Las quejas
del lado masculino es que las mujeres no se ponen las “pilas” y encaran de
formas mas que extrañas la pareja que todavía no la es, llamando de “gordi “y “amor”
al tipo con el que salen hace 3 semanas. En el caso de las mujeres, se quejan
que el tipo no se compromete.
Estamos
hablando de gente que ya tuvo pareja, que ya tiene hijos, que la vida les está
dando otra chance. Pero
aparentemente las mujeres son de Venus y los hombres son de Marte. Somos totalmente diferentes, aunque tengamos veinte
años de diferencia.
Hay mujeres
que se niegan a crecer y andan por la vida de minifalda de lentejuelas, cual
nena de 20 años, y hombres que toman Viagra para ver si pueden ser felices.
Desgraciadamente
nada de esto sirve. Porqué? Porque cada uno mira su ombligo, sin percatarse que
hay otra persona en la vuelta.
Con El
Santi andamos con veintitrés años de diferencia y podemos andar por la calle
juntos, sin que la gente nos mire raro, aunque yo ande de zapatillas verdes y “T
shirts” anaranjadas, y El Santi de lentes para ver de lejos, y de mi mano. Y la
razón es la actitud, el amor y el respeto. Cosa que parece que la gente de
nuestras edades se olvidó, sobre todo el respeto y la actitud. Entiendan todos,
la cuestión es la ACTITUD.
Esto no
significa que aún no me anime a las minifaldas fatales, pero son las minis de
una mujer de 40 y algo, no de veintipoco, y que la gracia del tiempo me deja
usar. El Santi no anda de farmacia en farmacia buscando una droga que lo haga
ser feliz, el tiene la edad de la mujer cuya piel acaricia.
Cuanta falta
de sensatez tienen los divorciados modernos, que no entienden que los veinte
quedaron hace 25 o más años atrás, y que ahora somos totalmente responsables de
nosotros mismos. Y sin misericordia, tengo que admitir, que hay hijos de por
medio.
Y si nos
ponemos las pilas todos, y aceptamos quienes somos, y nos dejamos de joder?
Para mi es
simple, no tengo que salir a cazar y pescar todos los días. Pero los que tienen
esa necesidad, pueden buscar su eje y dejarse de joder? Ubicarse en la edad, en
la situación y no descartar las circunstancias?
Es tal cual como decís con elegancia literaria :)
ResponderEliminaro con descaro supremo =),
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