Todos Uds. los que me conocen personalmente y los que se han
animado a leer alguna de mis notas, percibirán que la salud mental está muy lejos de mí. Tanto
es así que en una época donde ya los “blogs” no tienen validez, yo decidí abrir
el mío y la peleo día a día para que Uds. estén atentos de mis locuras.
Mi gran problema, es que yo escribo a lo “bruto” es decir,
no veo el corrector (en realidad no veo, me niego a ponerme los lentes) y
escribo por instinto. Sé donde están las letras del teclado y se interpretar a
mi cerebro rápidamente (según con los parámetros que se mida). Es por el bien
de sus ojos y de vuestra cultura general, que le pido a El Santi que por favor
arregle “horrores” ortográficos y la redacción de una escribiente disléxica.
Pero resulta ahora que El Santi:
- Tiene lente nuevo para la cámara de fotos
- Quiere vender su viejo auto
- Se enreda en libros de física y discute con los autores (que son profesores del M.I.T.)
- Quiere adelantar la primavera, arreglando el jardín del fondo
- Pretende enseñarle trucos a nuestro perro Border Collie
- Necesita ver los informativos y recapacitar sobre la campaña política
Y mil y un etcétera que no vienen al caso, porque la ropa
sucia se lava en el “lavadero” pero se plancha en casa….. y a mis escritos no
les presta atención.
Será acaso que he perdido el “Sex appeal” de su E. L. James
personal? Pretenderá que me convierta en otra J. K. Rowling? No sé, pero por
ahora mi editor en jefe piensa en cualquier cosa, menos en defender el derecho
del lector.
Pd. El Santi no le leyó todavía, así que esto es bestialidad
al extremo puro.
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