Hoy comenzó
el invierno en el Cono Sur, y el pobre venía recargado, con ganas acumuladas de
hacernos sentir su presencia. Y para mí que vengo cargando un comienzo de
resfrío o gripe, no es bueno. Pero tampoco está tan mal. El Santi no me deja
salir de casa, ni a colgar la ropa.
Todas las
sorpresas del mundo fútbol han sido nubladas por estornudos y moqueos en los
mejores momentos. Es por ello que luego del último partido tengo que ver todos
los programas de TV que me reviven los goles perdidos, las faltas no marcadas, y todos los errores de
los que tienen que impartir la justicia en la cancha, los jueces.
Otra
ventaja del moqueo total, nariz tapada, sin olfato y como diría yo, la nariz de
adorno es que me sirve un montón porque el Santi se dedicó a limpiar la grasera
lo cual provoca, según Gaby y mis recuerdos, un olor apestoso. Pero a mí no me
importa nada, porque tengo la nariz tapada, ni olor a rosas ni hedor a grasa.
Mañana
tengo tres partidos, a priori poco interesantes, pero quien te dice que el equipo poco prometedor no rompa la red. También tengo la ventaja que es comer en la cama, cosa
que me encanta!
Gaby
colgará y descolgará ropa, y el Santi, con su labor cumplida, bañado y
perfumado, andará mimoseándome de lo lindo……
Cosas de
casa, vio?
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