La vida nos
acostumbra a días de “algo”, los
domingos en Uruguay son días de asado si no llueve, o de pastas y reunión de
familia. Tenemos los jueves de amigos, viernes de cerveza con los compañeros de
trabajo al finalizar la jornada. También
existen los domingos de elecciones o de misa, lunes de miércoles, y miércoles
de feriados inamovibles.
Últimamente
en Uruguay tenemos los sábados de lluvia, el viernes no llueve, hay sol, deja desear un sábado al sol, en familia, con
caminata por la rambla o sesión de fotografía en el Jardín Botánico. Pero el
sábado llueve y todos esos planes se guardan en un cajón, hasta la próxima
primavera. Luego viene el domingo, que
resulta ser un día esplendoroso, pero que no alcanza para secar la lluvia del día
anterior y quitar la mufa de la lluvia previa.
Los sábados
son nublados, sin sol, con lluvia mansa, sin ropa colgada en la cuerda del
fondo. Sin pisos lavados, porque por la querida humedad, no se secan ni las
lágrimas de bronca por la lluvia sabatina.
Podemos
abolir los sábados de lluvia? En Octubre tendremos elecciones presidenciales,
así que podemos proponer un plebiscito para que el sol tenga la obligatoriedad
de brillar y la lluvia sabatina se pueda
derogar.
No les
parece justo?
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